Economías Ilegales: aristas del problema.

Este artículo sintetiza algunas reflexiones compartidas en el panel sobre economías ilegales, organizado en el marco del Día de la Gestión Pública de la Universidad del Pacífico. La discusión se centró en cómo estas economías han evolucionado en los últimos años, su impacto en las dinámicas políticas y sociales, y la necesidad urgente de evidenciar y transparentar este fenómeno. A continuación, presento cuatro ideas fuerza clave.

1. La simbiosis entre las economías ilegales y las estructuras formales. Las economías ilegales, como el narcotráfico y la minería ilegal, no operan en un vacío. Están profundamente entrelazadas con las estructuras formales de la sociedad. Klaus von Lampe (2016) subraya que las organizaciones criminales a menudo se integran en el tejido social y económico, proporcionando servicios o recursos a los que no se puede acceder formal y legalmente. Esto crea una simbiosis social, económica y política que perpetúa la influencia de estas economías en las comunidades. Esto es visible en regiones de producción de coca y cocaína, o de minería ilegal en el Perú, donde existen circuitos económicos intensamente movilizados por estas actividades ilícitas. No dejan de ser actividades que generan riqueza, a pesar de su origen ilícito.

2. La base sociopolítica de las economías ilegales. Las economías ilegales no solo generan riqueza ilícita; también construyen poder político. Diego Gambetta (1993), al estudiar la mafia siciliana, muestra cómo estas organizaciones se convierten en actores políticos al ofrecer protección y otros servicios que el Estado no brinda. Ello considerando que sus dinámicas son principalmente predatorias. en contraste, en contextos de alta precariedad, los mercados ilegales son dinámicas que generan valor, y las economías ilegales se convierten en un espacio que sustenta socioeconómicamente la producción de capital político. Esto se evidencia en la manera en que el narcotráfico y la minería ilegal han creado una base sociopolítica robusta. Como se discutió en el panel y como señaló Ruben Vargas en otro panel con una temática semejante, es casi impensable que un candidato político en ciertas regiones no tenga vínculos con estas economías. Este fenómeno no solo distorsiona la representación política, sino que también refuerza la impunidad y la continuidad de las actividades ilícitas.

3. El financiamiento de campañas electorales con dinero ilícito. Un aspecto crítico es cómo las economías ilegales financian campañas políticas, un tema que ha sido documentado ampliamente en América Latina. Peter Reuter (1983) señala que los mercados ilegales necesitan legitimidad política para operar sin obstáculos. El financiamiento de campañas es una estrategia clave para asegurar esta legitimidad y proteger sus operaciones. Un ejemplo reciente es el caso del «Lava Jato» en Brasil, donde se demostró que empresas vinculadas al lavado de dinero financiaron campañas a cambio de contratos gubernamentales. En Perú, las reglas de juego electoral alusivas al financiamiento de partidos y campañas parece ser muy vulnerable a esta posibilidad. El asunto complejo es como transparentar estos aportes, en contextos donde la ilegalidad es el principal motor económico local.

4. La urgencia de generar evidencia para visibilizar el fenómeno. El crimen organizado y las economías ilegales prosperan en la oscuridad. La falta de datos claros y accesibles limita la capacidad de los Estados para diseñar políticas efectivas. Como mencionó Mark Galeotti (2018), una de las mayores fortalezas del crimen organizado es su capacidad de adaptarse y operar en zonas grises legales y regulatorias. Generar evidencia robusta es fundamental para iluminar estos espacios oscuros. Los panelistas subrayaron la necesidad de investigaciones empíricas que documenten no solo las dinámicas económicas, sino también el impacto social y político de estas actividades. Espacios como el Día de la Gestión Pública son esenciales para fomentar esta agenda de transparencia y rendición de cuentas.

Políticas efectivas contra las economías ilegales y el crimen organizado requieren una comprensión integral de su complejidad. La simbiosis con estructuras formales, su base sociopolítica, y su influencia en procesos políticos como las campañas electorales son realidades que deben ser evidenciadas y confrontadas. Sin datos claros y estrategias integrales, estas economías seguirán prosperando, socavando el desarrollo y la seguridad en la región.

Bibliografía

Galeotti, M. (2018). The Vory: Russia’s super mafia. Yale University Press.

Gambetta, D. (1993). The Sicilian Mafia: The business of private protection. Harvard University Press.

Reuter, P. (1983). Disorganized crime: The economics of the visible hand. MIT Press.

Von Lampe, K. (2016). Organized Crime: Analyzing illegal activities, criminal structures, and extra-legal governance. Sage Publications.